Los funerales del Papa Francisco


Tras el fallecimiento del Papa, se seguirá un protocolo tradicional establecido por la Iglesia Católica, adaptado a las circunstancias modernas. El proceso comienza con la confirmación de la muerte por parte del Camarlengo, quien asume la administración temporal de la Santa Sede. El cuerpo del Papa Francisco será preparado y expuesto en la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan rendirle homenaje durante varios días. Se celebrará una misa solemne en la Plaza de San Pedro, posiblemente presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio, con la presencia de líderes mundiales y millones de peregrinos.

El funeral, que suele realizarse nueve días después del fallecimiento (Novendiali), incluirá una ceremonia sobria pero majestuosa, reflejando la humildad que caracterizó a Francisco. El cuerpo será colocado en un ataúd de ciprés, luego en uno de plomo y finalmente en uno de roble, y sepultado, probablemente, en las Grutas Vaticanas, aunque Francisco podría haber dejado instrucciones específicas, como ser enterrado en Argentina o en Santa María Maggiore.

La elección del nuevo Papa


Tras los funerales, comienza la preparación del cónclave para elegir al nuevo Papa. Este proceso, regido por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, se lleva a cabo en la Capilla Sixtina y lo realizan los cardenales electores (menores de 80 años, máximo 120). Actualmente, hay cerca de 130 cardenales electores, muchos nombrados por Francisco, lo que podría influir en la elección de un candidato con una visión pastoral y social similar.

  1. Preparación: Los cardenales se reúnen en Congregaciones Generales para discutir los desafíos de la Iglesia y organizar el cónclave. El Camarlengo supervisa los preparativos, incluyendo la destrucción del anillo del Pescador y el sello papal.
  2. Cónclave: Los cardenales ingresan a la Capilla Sixtina, pronunciando el juramento de secreto. Votan dos veces por la mañana y dos por la tarde, quemando las papeletas tras cada ronda. Si no hay elección, el humo es negro (mezclado con químicos); si hay un nuevo Papa, el humo es blanco.
  3. Elección: Se requiere una mayoría de dos tercios para elegir al Papa. Una vez elegido, el candidato acepta (respondiendo “Accepto”) y elige su nombre papal. El protodiácono anuncia “Habemus Papam” desde el balcón de San Pedro, presentando al nuevo Pontífice al mundo.
  4. Duración: El cónclave puede durar desde un día hasta varios, aunque en el siglo XXI ha sido breve (el de 2005 duró un día; el de 2013, dos).

El nuevo Papa asumirá el liderazgo de la Iglesia en un contexto global complejo, continuando o adaptando el legado de Francisco, quien enfatizó la misericordia, la justicia social y el diálogo interreligioso. La elección reflejará las prioridades de los cardenales, posiblemente inclinándose por un líder de América Latina, África o Asia, dada la creciente influencia de estas regiones en la Iglesia.

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