La Dirección General de Estadística y Censos presentó los resultados del operativo “Monitoreo de Condiciones de Vida – MCV” correspondiente al primer semestre del 2020.

En el primer semestre del 2020 se observa un crecimiento de la pobreza y de la indigencia explicado principalmente por mermas de ingresos en los hogares y, en segundo lugar, por el efecto de la inflación en la economía doméstica. Este contexto generó el ingreso a la pobreza e indigencia de nuevos hogares y el deterioro de la situación económica de aquellos que ya se encontraban en esa situación.

Considerando los ingresos monetarios, el porcentaje de personas en condición de pobreza se ubicó en 42,5% (708.000 personas, incluyendo a la población indigente), significando un incremento de 5,5 puntos porcentuales respecto al primer semestre del año 2019 y de 4,5 pp. sobre el segundo semestre de ese mismo año.

Con respecto a la población en condición de indigencia, se ubicó en 8,3% (139.000 personas), dando cuenta de un crecimiento de 1,5 pp. Respecto al primer semestre del 2019 y de 1,7 pp. respecto al segundo semestre de ese año.

El aporte provincial, clave para aliviar la situación: el impacto de los planes no monetarios, desciende la cifra de pobres a 41,0%. Así, la cantidad de personas en situación de pobreza se reduce y 24.000 personas salen de esta condición. En cuanto a la situación de indigencia, al considerar el impacto de los planes no monetarios, la cifra disminuye 2,8 puntos porcentuales. Esto significa 47.000 personas salen de esa condición.

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