El Papa Francisco será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, y no en las grutas vaticanas, como es tradición para la mayoría de los papas modernos. Esta decisión, anunciada por él mismo en diciembre de 2023, refleja su profunda devoción a la Virgen María, especialmente al ícono de la Salus Populi Romani (Protectora del Pueblo Romano), que se encuentra en esta basílica. Francisco especificó que su tumba estará en una sencilla capilla en la nave izquierda del templo, un espacio que antes se usaba para guardar candelabros, cerca de la estatua de María Reina de la Paz.
El pontífice, fallecido el 21 de abril de 2025 a los 88 años, rompió con una tradición de más de un siglo, ya que el último papa enterrado fuera del Vaticano fue León XIII en 1903, en la Basílica de San Juan de Letrán. Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales de Roma, ya alberga las tumbas de siete papas, el último de los cuales fue Clemente IX en 1669. Francisco visitaba frecuentemente este templo, al menos 115 veces, para rezar antes y después de sus viajes apostólicos, y expresó que su elección se debía a su vínculo espiritual con la Virgen, a quien consideraba una guía constante.

Su funeral, que se celebrará en la Plaza de San Pedro en una fecha a definir por los cardenales (entre 4 y 6 días después de su muerte), será sencillo, siguiendo las modificaciones que él mismo aprobó en 2024 para eliminar elementos pomposos, como el triple ataúd y el catafalco. Su cuerpo será colocado en un ataúd simple de madera con interior de zinc, y tras la ceremonia, será trasladado a Santa María la Mayor para su sepultura.