Una chispa les hizo perder todo, y no terminó en una tragedia mayor de casualidad. Se trata de tres familias de Villa Urquiza – asentamiento La Favela, cerquita de Sagrada Familia y Costanera- que dejaron prendido un bracero para calentarse. Pero a las 5 de la madrugada se despertaron con el humo y las llamas que le quemaron hasta los documentos de identidad.

Detrás de la historia hay nombres propios: Leonardo es la cabeza de la familia, junta cartones y aprovecha toda changa que le ofrezcan. Hay niños de entre 1 y 5 años que tambíen perdieron todo. Por estas horas los vecinos cercanos colaboraron con algo de ropa, pero necesitan volver a construir al menos un ambiente.

El duro testimonio, en la palabra de Leonardo Santucho:

Para ayudar: comunicate con Claudia (celu: 3515589761)

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