El Colegio de Fisioterapéutas de Córdoba está en pie de guerra con el titular del PAMI Córdoba, Marcos Patiño Brizuela, y con la mesa política que conducen ese organismo y el ANSES local, por la aparición de una gerenciadora que administra las prestaciones y los cobros de sus profesionales. Se trata de un enorme «negocio» que pasó a ser controlado por COINSA, una entidad cooperativa alineada al esquema que lidera el Diputado Gabriel Bornoroni, en representación de Karina Milei.

Hasta antes del desembarco libertario en el PAMI local el servicio de fisioterapia para los jubilados nacionales en Córdoba funcionaban de manera simple: el médico de cabecera autorizaba las sesiones y el jubilado asistía al profesional prestador de PAMI. Este pagaba los honorarios a través del colegio profesional.

Eso fue reemplazado por un sistema de gerenciamiento. COINSA, que funciona en la calle Santa Rosa en el centro de la ciudad, cobra un número de cápitas fijo y luego le paga a los profesionales. Como era previsible el efecto es el altísimo nivel de subprestación del servicio en un universo de afiliados que naturalmente tienen alta demanda.

Los cañones en este conflito apuntan a los mencionador Bornori, y Patiño Brizuela. Pero en este esquema aparecen jugando todo el «equipo» de Karina en Córdoba que se comple con Andrés Bauza (hijo del menemista Eduardo Bauzá y Gonzalo Roca, hermano de un ex funcionario de Ramón Mestre hijo en la municipalidad. Todos los mencionado son abogados de un mismo estudio jurídico ubicado en la calle Caseros al 600, donde se podría ubicar el verdadero domicilio del PAMI y el ANSES cordobés.

En el mientras tanto a los jubilados nacionales no solo le podaron la miseria salarial que reciben y los medicamentos. Ahora en Córdoba tampoco tienen permitidas las contracturas.

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