Luego de una intensa jornada de trabajo la lluvia aplacó la extrema situación que debieron soportar los bomberos que combatieron el fuego durante los últimos días.

Las precipitaciones en las zonas en donde se registran incendios no fueron abundantes, aunque sí suficientes como para detener el avance de las llamas.

Para los casos de La Granja, Villa de María de Río Seco y Achiras, serán los propios bomberos locales quienes realizarán un monitoreo de cada incendio hasta verificar su total extinción.

En todos los sectores siniestrados fue incansable la tarea desarrollada por bomberos voluntarios, brigadistas de Nación, personal del Plan Provincial de Manejo del Fuego, de Defensa Civil, de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil, y efectivos de la Policía de Córdoba.

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