Otro debate está en ciernes en la provincia a raíz de los funcionarios que, en el marco de causas judiciales, no asisten a cumplir funciones pero continúan cobrando sus salarios.
Hace unos día la situación puso en el medio de la tormenta a Maximiliano Ochoa Roldán, hasta entonces titular de la Policía Caminera, quien permanecerá detenido e imputado como presunto líder de una organización delictiva en el seno de la fuerza. Ochoa Roldán fue pasado a Retiro Obligatorio de la fuerza por el Ministro Juan Pablo Quinteros. Este pase le permitirá cobrar una jubilación que sería superior a los 4 millones de pesos mensuales, mientras permanece bajo arresto preventivo en el penal de Bouwer.
Ahora es el caso del legislador Carlos Brinner, quien protagonizó un accidente en la proximidades de Juustiniano Posse, hecho en el que falleció una mujer, hace dos meses. Brinner se encuentra imputado por Homicidio Culposo. El legislador radical resultó con lesiones leves de ese accidente y a los pocos días le dieron el alta médica. Sin embargo hace dos meses que no asiste a a la legislatura de Córdoba, no se presenta en el despacho, ni a comisiones, ni en sesiones. Pero cobra su sueldo y no pide licencia.
Aparentemente no es ésta la única irregularidad en torno a su situación. Es vox populi en la ciudad de Bell Ville que el legislador se mostraba publicamente en distintas situaciones de vida normal, mientras que en la Fiscalía que investiga la muerte de la persona que falleció en el accidente aseguraban que no podía declarar judicialmente porque se encontraba en reposo médico. Esa irregularidad se extendió por más de un mes después del accidente. También en ámbitos judiciales aseguran que la fiscal Isabel Reyna, a cargo de la causa, no secuestró el teléfono celular de Brinner, y que recién lo hizo varias semanas después del accidente. En el mientras tanto, el equipo móvil, un elemento central para cualquier investigación de esta naturaleza, estuvo en manos del secretario de Brinner.
Como se sabe cuando un Legislador, por alguna causa, debe ausentarse por un tiempo prolongado de la legislatura, debe pedir licencia por reglamento. Briner no sesiona, cobra el sueldo y no pide licencia.
Muchos en la UCR especulan con que el bellvillense quiere evitar que ingrese en su reemplazo la ex intendente de Laborde María Elisa Vidal. Esto por cuestiones de interna partidaria.
Lo real y concreto es que Brinner no asiste desde hace más de dos meses a trabajar como legislador, cobra su dieta superior a los 3 millones y medio de pesos y no pide licencia. Una pinturita.