Tras un operativo que incluyó una persecución por varios barrios de la ciudad, en calle Vicente Balbastro al 2800 de Barrio San Jorge, la policía procedió a la detención de dos mujeres de 21 y 40 años, hasta ese momento NN, luego identificadas como «la Pame, y la «Daya», hermanas por parte de madre.

Ellas, habían sustraído, junto a un hombre quien logró escapar y luego fue detenido, prendas de vestir de un local comercial ubicado en Barrio General Paz.

Todo comenzó cuando el hombre, luego conocido como el «gorra», las dejó en el local y daba vueltas a la manzana en un vehículo Peugeot 207, como «haciendo tiempo». Pasados unos minutos, el señor sintió ganas de ir al baño y al no aguantar decidió entrar en la estación de servicio que estaba al frente. Según el relato del playero parecía «un hombre normal» que incluso pidió papel higiénico y un diario. El auto había quedado en marcha frente al local.

Las mujeres mientras tanto se probaban ropa de estación, y cuando la encargada les mostraba, ellas al mejor estilo «mecheras» se ponían las prendas una arriba de la otra, incluyendo la interior.

Cuando creían que el delito estaba consumado decidieron salir a esperar al cómplice que aún no había llegado. Esperaron unos minutos hasta que vieron que un móvil policial se acercaba. Sospecharon que las habían descubierto y emprendieron el viaje ellas mismas. Una se sentó al volante y sin mucho conocimiento arrancó. El auto empezó a rodar a medias, frenando y arrancando hasta que tomaron velocidad. La policía ya sabía que ahí pasaba algo raro y empezó la persecución. Semáforos en rojo, peatones casi atropellados, frenadas de golpe y un GPS de celular que indica a por dónde ir.

Todo culminó en San Jorge cuando la policía las apresó.

Mientras tanto, en la estación de servicio el cómplice salió y no vio nada, y ahí mismo fue detenido por la policía porque preguntó en el local a dónde se habían ido las mujeres.

Los uniformados lo trasladaron al lugar donde había culminado la persecución, y su mujer ya se encontraba apresada.

Al llegar, ellas ya estaban esposadas, y él también. Una le gritaba «dónde estabas pedazo de papudo, nos dejaste solas, por eso es que te pasan como a la defensa de Instituto, gorra». «Cómo que me pasan?!» dijo a los gritos el hombre, mientras que la esposa agachaba la cabeza como podía porque también estaba esposada. En el lugar había otro hombre que reparte soda y que huyó raudamente.

En el procedimiento se les secuestró lo sustraído además de un automóvil marca Peugeot 207 en el que se conducían. Las detenidas fueron trasladadas a sede policial quedando a disposición de la Justicia

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