En una sesión del Senado Nacional donde el show anti-institucional del gobierno de Javier Milei llegó a su tope expresivo, y los legisladores por Córdoba dieron sus propias funciones, fueron convertidos en leyes los proyectos de aumento a las jubilaciones; la actualización del bono y la emergencia en discapacidad; la prórroga de la moratoria previsional; la creación del Fondo de Emergencia por las inundaciones en Bahía Blanca (vetado por Milei), las modificaciones al reparto de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) y la coparticipación del Impuesto a los Combustibles Líquidos, que ahora deberán ser tratados en Diputados.

Con los gobernadores apoyando las medidas, La Libertad Avanza intentó de todo, dentro de lo legal y fuera de lo legal también, para evitar las aprobaciones. Primero desconoció la validez de la convocatoria; luego, la de los dictámenes. Finalmente, una sospechosa caída del sistema informático del Senado obligó a votar a viva voz el aumento a los jubilados. Incluso algunos neolibertarios abandonaron el recinto para no legitimar la sesión. Y lo menos observado y más grave: los trolls rentados con fondos públicos del gobierno, al mando del conocido como «Gordo Dan», pedían «sacar los tanques a la calle». Es decir un golpe de Estado para cerrar el parlamento. Tan enajenados están en la ultraderecha que ni siquiera registran que su propio gobierno dejó a las fuerzas armadas no solo sin salarios sino también sin tanques y que Patricia Bullrich ya había militarizado la zona del Congreso para controlar la convocatoria de personas que apoyaban la iniciativa para reinstalar fondos para discapacitados.

En este marco de hechos sería hora de preguntarse seriamente si esto, a lo que Milei somete a la sociedad argentina, es todavía una «democracia». No pocas señales nos dirían que no.

La sesión finalmente autoconvocada reunió un quórum mayor al esperado: 42 senadores se sentaron en sus bancas e iniciaron la sesión. Y aquí conviene revisar la participación de los tres representantes cordobeses.

Jubilaciones

Lo aprobado establece un aumento del 7,2% para todas las jubilaciones, eleva el bono extraordinario —congelado en 70 mil pesos desde hace más de un año— a 110 mil pesos y dispone su actualización automática según el índice de movilidad. Votaron a favor Vigo y Juez y se retiró del recinto para no votar, y en medio de un escándalo «cabaretero», Cármen Alvarez Rivero, la senadora Pro-libertaria que no pudo frenar en la comisión el tratamiento de las iniciativas previsionales.

Discapacidad

También se sancionó por unanimidad la ley de emergencia para personas con discapacidad, con 56 votos a favor y ninguno en contra. La norma declara la emergencia hasta diciembre de 2026, con revisión periódica, e incluye: la actualización automática del nomenclador de prestaciones en base al IPC, la recomposición de aranceles a partir del 1° de diciembre de 2023 según inflación acumulada y la actualización mensual de las pensiones no contributivas. En el debate llegó la exposición del senador Luis Juez que afirmó: “Este tema me atraviesa. La sociedad mira, pero no ve. Quizás hay una mirada de lástima, pero nuestros hijos son invisibles. No puedo hacerme el tonto, esta ley viene a reparar”. Lo hizo con todas las cámaras enfocándolo y en plan evidente de emoción. Juez acostumbra sistemáticamente hacer referencia en ese tono a la situación de su hija discapacitada. A punto que no son pocos quienes observan, en off, cierta sobreactuación de la emoción con propósitos menos humanitarios, aunque nadie dice una sola palabra. En Córdoba porque hay silencio cómplice y en Buenos Aires porque no solo desconocen todo sobre el Senador, sino además, porque al show mediático porteño le viene como anillo al dedo un personaje de exotismo casi zoológico como Juez que les apuntala el raiting en el «minuto a minuto». Esto al márgen de la cuidada relación de Senador con el sistema de poder del grupo Clarín. Lo concreto es que Juez expuso la discapacidad de su hija en muchas oportunidades desde 2007 cuando la llevaba a las marchas donde protestaba por el resultado electoral en la provincia. En todo este contexto ningún dirigente y mucho menos los medios de comunicación y los periodistas de Córdoba hacen públicas sus opiniones respecto a esta costumbre emocional del Senador. Nadie quiere quedar del lado de los insensibles. Sin embargo, esa «sensibilidad» de dirigentes y periodistas es bastante poco creíble. Más bien parece una posición en favor de Juez sin condiciones. Esto porque ninguno de los «cuidadosos formales» mencionados se refirió nunca ni interrogó a Juez sobre sus emociones paternales con la situación de otra de sus hijas. Nos referimos a Carla Melisa, a quien Luis Juez, su padre, condenó durante 8 años a no recibir cuota alimentaria ni a adquirir su verdadera identidad porque se negaba a reconocer su paternidad. Solo reconoció y pagó sus obligaciones cuando la Justicia de Familia falló en contra del senador emocionado (Cámara de Familia de 1 Nominación , fallo del 29 de junio de 1992) en el juicio por cuota alimentaria que le inició la madre de Carla, y en el que el propio Luis Juez no solo se negó al reconocimiento de su paternidad y obligaciones, sino que lo dilató durante años negandose a realizarse el exámen de ADN argumentando que temía contagiarse de SIDA durante la extracción de sangre para la prueba. Todo consta en el dictámen de la Cámara referida y es público. De ninguna manera se cuestiona la vida privada del senador, sino la ilegalidad de no pagar cuota alimentaria (algo por lo que muchas personas van presas) y el cinismo de actuar sus amores parternales. La vara con que se miden los actores y los hechos en el sistema polìtico y mediático de Córdoba es evidentemente distinta según cada quién.

Fondos a provincias

En este punto a Luis Juez se le acabó la emoción y votó exclusivamente en función de sus ambiciones polìticas. Fue el único Senador nacional que votó en contra de los proyectos para automatizar el reparto de los ATN y hacer coparticipable el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). Ambos fueron debatidos sobre tablas al no contar con dictamen previo y habilitados con una mayoría agravada de 54 votos. Las dos iniciativas se aprobaron con 56 votos a favor y solo uno en contra. El del cordobés Luis Juez. Sin dudas en este punto el senador emocionado optó por agradar a Javier Milei de quien depende su futura candidatura a gobernador en 2027. Algo que está por encima, incluso de sus emociones, en una estragia de diferenciación a todas luces mezquina y cínica. Probablemente esté de acuerdo con su compañera de banca Cármen Alvarez Rivero en aquello de cerrar municipios y comunas para que Milei pueda apropiarse de fondos federales ilegalmente. Seguramente tratará de justificar su estrategia atacando a los gobernadores, y en el contexto del sistema periodístico de declaracionismos insustanciales, logrará el objetivo de visibilizarse y de congraciarse con su nuevo líder espiritual libertario. Sin embargo bueno sería señalar que es mentira que la coparticipación federal de esos impuestos ponga en riesgo el superávit fiscal. Esa mentira ya se cayó y se sostuvo en las provincias, universidades, jubilados y los más vulnerables. Ésta es la verdadera situación.

La contundencia de las iniciativas aprobadas por unanimidad o con amplias mayorías chocó con la narrativa del gobierno, que acusó a la Cámara alta de estar protagonizando un “golpe institucional”. La oposición, ahora, deberá reunir nuevos consensos para insistir contra los vetos, especialmente en el caso de las jubilaciones. 

Seguramente a Luis Juez esta situación lo encontrará del lado de su conveniencia y no de su impostada emoción.

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