El expresidente de Bolivia Evo Morales volvió a su patria a casi un año de iniciar su exilio en México y la Argentina y un día después de que la fórmula presidencial de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), asumiera el Ejecutivo luego de arrasar en los comicios del mes pasado.

El exmandatario cruzó a las 10 (hora de Bolivia) por tierra el paso fronterizo desde La Quiaca hacia Villazón, luego de ser despedido en la ciudad jujeña por el presidente Alberto Fernández.

Antes de cruzar la frontera, en un acto colorido y emotivo, le agradeció al mandatario argentino. «Alberto me salvó la vida y eso nunca lo voy a olvidar», enfatizó emocionado.

Ya en Villazón, el depuesto mandatario indígena fue recibido con un acto, tras lo cual iniciará una caravana que lo llevará hasta la provincia de Chapare, del departamento de Cochabamba, donde forjó su carrera política.

Morales había anunciado que volvería a su país el 11 de noviembre, el mismo día que salió de Bolivia un año atrás, y aseguró que no formará parte del Gobierno de Arce, sino que se limitará «cuidar los principios ideológicos» de su partido.

Evo abandonó Bolivia después de unas elecciones en las que el escrutinio oficial lo dio como ganador, pero en las que la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció «irregularidades», avalando denuncias de fraude de la oposición.

Sin embargo, esas irregularidades jamás fueron probadas y, por el contrario, estudios académicos en Estados Unidos mostraron que la victoria del MAS había sido limpia.
Tras un breve paso por México, Morales ingresó a la Argentina gracias a la gestión de Alberto Fernández, que en al momento del golpe era presidente electo y funcionó como un garante de la salida segura del mandatario derrocado, de su vicepresidente Álvaro García Linera y de varios miembros de su Gabinete.

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