Ni el gobierno de Javier Milei ni los medios periodísticos libertarios (Clarín, América, La Nación, Infobae, etc. etc. etc.) aceptan que el Fondo Monetario Internacional impuso una devaluación de la moneda argentina anunciada por Luis Caputo y Javier Milei bajo la reiteración psicótica de «final del cepo». Lo que se conoció el viernes 11 de abril fue la salida del esquema de control cambiario conocido como tal, aunque no se sabe bien cuál será su alcance y funcionamiento. Existen en ese sentido muchas dudas porque, por ejemplo, los bancos no venderán dólares billetes por encima de 100. La compras de individuos mayores a 100 dólares serán electrónicas. Es decir los acreditarán en la cuenta de los particulares, si es que cuentan con cuenta en dólares, podrán usarlos, pero no les entregarán el billete. ¿Si un particular no tiene cuenta en dólares, habrá apertura inmediata?, ¿Tendrá costo?, ¿ Qué requisitos se exigirán? ¿Se parece a una versión Milei de corralito en dólares?. Tampoco se conocen muchos otros aspectos de mayor complejidad técnica.
Caputo también anunció una modificación total en la estrategia respecto al dólar. No habrá precio fijo, sino un esquema de flotación del tipo de cambio entre 1000 y 1400 pesos. A esto lo habían negado rotundamente en los últimos meses, pero la caída de las reservas internacionales se volvió insostenible. El Banco Central llegó a vender en la última jornada hábil 398 millones de dólares (¿quienes se beneficiaron?, leer nota aparte), antes de habilitar la devaluación. El mercado espera el próximo lunes un alza del tipo de cambio de al menos 15 por ciento. Eso se llama devaluación. En cualquier país, régimen económico o escuela de inspiración ecoómica.
Además se confirmó que la sociedad Argentina incrementó su deuda con el Fondo Monetario Internacional por 20 mil millones de dólares.
¿Cómo terminará esta denominada Fase 3 del plan económico de Milei?.
También ante este interrogante se puede fingir demencia. La historia se repetirá como tragedia.